martes, 22 de marzo de 2011

En Fukushima sigue saliendo radiación, pero no saben de dónde

TOKIO.- Japón está viviendo su peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, con falta de combustible, lluvia congelada y cortes de electricidad, aunque quienes participan en las labores de ayuda informan de que existen progresos ya que algunas carreteras destrozadas han sido reabiertas y se están construyendo nuevas casas. Las cifras en el desastre siguen siendo impresionantes.

Se estima que las pérdidas económicas ascenderían a 175 mil millones de euros. Hay unas 21 mil personas muertas o desaparecidas, 319 mil evacuados, 2 mil 131 refugios, unos 2.4 millones de personas sin acceso a agua corriente y unos 221mil hogares sin electricidad.

El OIEA está preocupado ante la falta de información en las últimas horas sobre el estado de la central de Fukushima y recuerda que la situación de planta continúa siendo "muy grave. No hemos recibido información contrastada desde hace algún tiempo sobre la integridad de los sistemas de contención del reactor Nº 1. Por eso estamos preocupados acerca de su estado exacto", ha indicado un portavoz del organismo, que asegura que también carece de datos sobre el estado actual de las piscinas de combustible de los reactores 1, 3 y 4.

Los daños causados en los reactores 1 y 2 por el agua de mar tras el tsunami del pasado día 11 son mayores de los que se creía inicialmente. También preocupa la posible contaminación del entorno marino, ya que durante los primeros días de la crisis nuclear, los operarios utilizaron agua marina en grandes cantidades en un intento desesperado por enfriar los reactores, parte de la cual volvió al mar.

Las autoridades japonesas han comenzado a medir la radiación en la costa de 8 localidades cercanas a la central, para lo que han enviado un barco que tome muestras. Sin embargo, insisten en que los niveles detectados, aunque más elevados de lo normal, son seguros "incluso si se bebe durante un año", según el portavoz del Gobierno, Yukio Edano. Mientras, Hideo Morimoto, el director de la Agencia de Recursos Naturales y Energía, ha asegurado que la radicación del agua marina se disipará y que no supone un riesgo para otros países costeros.

Según el Gobierno japonés, los operarios de Fukushima han logrado restablecer la iluminación en una de las salas de control de la central nuclear, lo que aumenta las posibilidades de que se puedan volver a poner en funcionamiento las sistemas de refrigeración de la planta y detener la fuga radiactiva. Una fuente fija de luz permitirá a los empleados reparar los instrumentos dañados por el terremoto y posterior tsunami.

Los operarios que luchan por estabilizar la central nuclear de Fukushima han logrado extender cables hasta los 6 reactores de la planta, en un nuevo paso para restaurar la electricidad en todas las unidades y reactivar el sistema de refrigeración. Los trabajadores retomaron la tarea después de que, tal como ya ocurriera durante el día lunes 21/03 con los reactores 3 y 4, se vieran obligados a suspenderla al salir humo de los reactores 2 y 3, según la agencia Kyodo.

Es probable que el aumento de las temperaturas en una piscina de residuos nucleares, al borde de la ebullición, puede haber causado el vapor que ha emitido del reactor 2, y que aún sale en pequeñas cantidades, según Associated Press. Sin embargo, ya no sale humo del reactor 3.

El ministro de Industria, Banri Kaieda, ha reconocido que el progreso en el cableado es una buena noticia, pero que la situación sigue siendo "extremadamente difícil". El portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, Hidehiko Nishiyama, ha explicado que si se restablece la corriente eléctrica, la situación de la planta será "visible", lo que permitirá a las autoridades comprobar si las medidas actuales son suficientes. Ya se ha conseguido en una de las salas. Pero falta todavía mucho por hacer. Aunque también ha asegurado, según la agencia Kyodo, que es poco probable que la situación empeore y se vuelva a producir una fusión del núcleo.

La buena noticia es que los trabajadores de Tokyo Electric Power (Tepco), la empresa que opera la central, han conseguido conectar cables a los reactores 3 y 4, los únicos que faltaban después de que se lograra llevar el cableado hasta el 1 y previamente a las unidades 2, 5 y 6, con lo que podrán agilizarse las tareas de refrigeración y evitar así una fusión parcial de sus núcleos, lo que supondría una nueva emisión de partículas radiactivas a la atmósfera. Pero antes de restaurar la electricidad, proveniente de sistemas de alimentación externos, aún se debe revisar todo el equipamiento de los reactores para evitar cualquier cortocircuito, según la cadena japonesa.

Gracias a este nuevo intento por recuperar el control se ha conseguido reactivar en una de las salas de la central nuclear la iluminación, según han anunciado algunos medios de comunicación nacionales. Los operarios han dado así un paso más hacia la reactivación de los sistemas de refrigeración de la planta para detener la radiación ya que una fuente constante de luz ayudará a los trabajadores a arreglar los instrumentos dañados por el terremoto y el tsunami.

El vicepresidente de Tepco, Norio Tsuzumi, ha viajado hoy a la prefectura de Fukushima, donde ha pedido perdón en persona a los evacuados de un refugio en la ciudad de Tamura, donde se alojan unos 800 residentes de la localidad de Okuma, situada a unos 10 kilómetros de la central. El sentimiento popular en la región es tal que el gobernador de la prefectura, Yuhei Sato, ha rehusado reunirse con directivos de la compañía. "Teniendo en cuenta la ansiedad, el enfado y la exasperación de la gente de Fukushima, no hay forma de que acepte sus disculpas", ha dicho.

La cadena NHK ha emitido imágenes del directivo inclinándose ante los evacuados en señal de contrición. Los desplazados han preguntado a Tsuzumi cuándo podrán volver a sus hogares, y se han quejado de que ya no pueden ganarse la vida en sus granjas. Tras la visita, el vicepresidente de la empresa que gestiona la central ha declarado que entiende las peticiones de los vecinos, y que lo único que puede hacer es continuar con sus esfuerzos para tratar de solventar la crisis.

La compañía compensará a las granjas afectadas por el escape radiactivo por las pérdidas derivadas de la prohibición de vender su productos, según el diario Financial Times, que cita fuentes gubernamentales. Las declaraciones de Edano sobre la intención del Ejecutivo de que la eléctrica "asuma su responsabilidad" suponen la primera referencia directa de un alto funcionario del Gobierno japonés a la obligación de Tepco de reparar a las víctimas del accidente nuclear. Aunque Edano ha precisado que si la compañía no es capaz de asumir adecuadamente estas compensaciones, "el Gobierno, por ley, se hará cargo".

El canal de televisión NHK ha informado de que la electricidad se ha reestablecido en el reactor 3 de la central nuclear de Fukushima.

Camiones de bomberos han retomado el vertido de agua en el reactor 3 de Fukushima, al tiempo que un vehículo especial utilizado normalmente para bombear cemento se centró en la unidad 4, donde preocupa la piscina de almacenamiento, que guarda una gran cantidad de combustible nuclear utilizado.

Las autoridades de Islandia alertaron que un número minúsculo de partículas radiactivas han llegado desde Japón hasta Islandia. Las autoridades diplomáticas hicieron hincapié en que las huellas radiactivas son diminutas y han sido medidas a través de una red de estaciones de monitoreo internacional, que está alerta de que se propaguen hacia el este de Japón a través del Pacífico, América del Norte, el Atlántico y en Europa. Sin embargo, las mismas fuentes aseguran que el nivel de radiactividad es demasiado bajo como para causar algún daño a los seres humanos, informa Reuters.

La Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés), un organismo de la ONU con sede en Viena que advierte de los casos de incumplimiento de este tratado, tiene 63 estaciones en todo el mundo para observar esas partículas, una de las cuales está en Reikiavik. Estas estaciones pueden recoger cantidades muy pequeñas de partículas radiactivas, en este caso isótopos de yodo. "Detectan cantidades extremadamente pequeñas", ha explicado un diplomático que trabaja en Viena, que ha añadido que estas partículas que se han hallado no suponen "ningún riesgo para la salud".

El hotel Shangri-La de Tokio, situado en el centro de la capital nipona, cerró en forma temporaria a causa de las repercusiones del seísmo y del accidente nuclear de Fukushima. El establecimiento, inaugurado en 2010, permanecerá cerrado hasta el 16 de abril, según ha precisado Maria Kuhn, portavoz del grupo en Hong Kong. "Creemos que por problemas de logística, transporte y las restricciones en el consumo de electricidad o estamos en condiciones de ofrecer a nuestros clientes el nivel de servicio habitual", indicó a AFP.

Sony ha anunciado el cierre de cinco fábricas en Japón ante la falta de suministros. La compañía estudia trasladar parte de su actividad a otro país de forma temporal tras la catástrofe.

Las consecuencias del terremoto y del tsunami se dejan sentir en otras partes del país, y afectan a la distribución de ayuda entre los afectados. Las aerolíneas que operan en el tokiota Aeropuerto Internacional de Narita, encargado de gestionar el tráfico aéreo internacional de la capital japonesa, han comenzado, ante la imposibilidad de rellenar los depósitos de combustible debido a la escasez de petróleo que sufre ahora el país, a derivar sus aviones a Nagoya o a otros aeropuertos del sur como Osaka, informa Georgina Higueras.

El problema -2 de las 3 refinerías quedaron afectadas por el terremoto- se extiende a la distribución de los víveres y la ayuda que llega en barco a la isla, y que no pueden ser transportados por carretera al norte del país, donde miles de desplazados malviven en refugios temporales donde escasean el agua, la comida y no hay calefacción.

Con el objetivo de paliar este déficit energético, el Ministerio de Comercio ha permitido liberar reservas de crudo, manteniendo solo las necesarias para garantizar 45 días de consumo. Es la segunda vez que adopta esta decisión, después de que la semana pasada decidiera rebajar desde los 70 a los 67 días la cantidad de reservas obligatorias, liberando así un total de 1,26 millones de kilolitros. Antes de que se produjera el desastre, en diciembre, Japón contaba con las reservas necesarias para cubrir 113 días de demanda, mientras que el sector privado almacenaba la cantidad correspondiente a 85 días.

El miedo a la contaminación alimentaria, que se ha extendido a otros países, como Corea del Sur, complica la situación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo ayer que la detección de radiación en alimentos, como leche y espinacas, y agua, registrada los últimos días es un problema "serio", y "más grave" de lo que se pensaba. La OMS afirmó que algunos de los alimentos contaminados por la radiactividad liberada a la atmósfera han salido de las zonas de exclusión y control de 20 y 30 kilómetros en torno a la central. Aunque los niveles de yodo y cesio radiactivos identificados hasta ahora en comida no son peligrosos, según el Gobierno, Tokio ha prohibido a cuatro prefecturas situadas alrededor de la central que envíen espinacas a otros lugares y ha vetado el suministro de leche desde la provincia de Fukushima.

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