Un paquete sospechoso fue detonado en la zona del barrio de Belgrano, frente al domicilio del juez Claudio Bonadio. El Gobierno porteño confirmó en que el artefacto era "una bomba sofisticada" que podía hacer más daño que los elementos explosivos encontrados en el Cementerio de la Recoleta por la tarde.
"No solo que era una bomba sofisticada también ligada a un grupo anarquista, sino que según los expertos tenía más poderío que los artefactos de Recoleta. Este tipo de elementos muchas veces tiene un temporizador. A veces, al ser casero, termina pasando lo que le ocurrió a la mujer en Recoleta", aseguró el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro.
De acuerdo a fuentes policiales, los investigadores encontraron el elemento en la calle Rómulo Naón. Allí, un joven tiró a través de la reja hacia el patio delantero una bolsa plástica que tenía tubos y cables similares a los de un artefacto explosivo. El agresor salió corriendo y fue detenido por custodios del magistrado y un oficial de la Policía de la Ciudad.
El funcionario vinculó el ataque a un grupo anarquista y lo relacionó con la pareja que colocó varios explosivosartesanales en el Cementerio de la Recoleta. "Cuando los detuvieron no dijeron nada y se les secuestraron las pelucas que llevaban", comentó.
D'Alessandro confirmó que hubo cinco bombas caseras que la pareja intentó distribuir por el Cementerio. "La última le produjo daños a la mujer en la explosión cuando la manipulaba", dijo.
La causa más sensible que tiene el juez es la de los cuadernos de las coimas. Bonadio investiga un entramado de cobro y pago de coimas desde la función pública durante el gobierno de Cristina Kirchner con empresarios ligados a la construcción.
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